lunes, 3 de abril de 2017

EL HUECO DE LA LUNA



I
¿Para que asesinar a la esperanza?
Mejor dejarla ciega
sacar las esmeraldas de sus ojos,
jugar a las canicas.

No se puede dormir en un lugar

que a todos pertenece.

II

Me acomodé en el hueco de la luna.
Ahí dormiría a gusto.
No pasó mucho tiempo
antes de que me hecharan.

III

Empecinadamente me empecino
en seguir siendo bueno.
Acostumbro llevar la fe por pantalones
desear los buenos días a todo mundo.
Jamás cierro los ojos
por ver si encuentro algo
en alguna mirada.

FERNANDO MARTÍNEZ SÁNCHEZ

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