jueves, 25 de agosto de 2016

PAN DISPONIBLE


Ahora que la tristeza cuelga sobre el mundo
que la puta venga y nos redima,
que lave sus pies con nuestros cuerpos
junto al lago Tiberíades.
Que su amor nos salve de todo
con su maldición de piedra,
con su boca grave.
Si, que venga, la muy prostituta,
que sea su amor, un sol a mediodía,
que en su sexo se ilumine la noche
para que arda Troya.
Por el amor de Dios, que venga,
que entreabra el regocijo
al levantarse la falda,
que sus piernas sean para el mundo
el único pan disponible
en esta hora  de mierda.

PABLO ARREDONDO

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