No puedo serte infiel
porque se cumple en tu mirar de plúmbago misterio
un sueño que juzgué irrealizable
y hoy me adentro en la gloria de tus ojos.
No puedo serte infiel
porque tus manos- tibias y dóciles palomas-
en su tierna caricia satisfacen
el deseo inconfesado de mi carne.
No puedo serte infiel
porque tu boca es el terrón moreno del azúcar
que al diluír su gozo, lentamente
aturde con su elíxir a mis labios.
No puedo serte infiel
porque al estar tu esbelto cuerpo junto al mío
mi savia es el renuevo florecido
y mi pecho el cantar de la fontana.
IRMA BEATRIZ BERMEO DE ORTIZ
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