CALAVERA A MIGUEL ANGEL MANCERA
Se aventuró el desdichado
a un sitio desconocido,
iba muy bien protegido
con un silbato oxidado;
sintiéndose amenazado
estuvo toca que toca,
y en una carrera loca
quiso emprender el regreso,
cuando lo hallaron, bien tieso,
¡aún tenía el pito en la boca!
EL POETA DEL NOPAL
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