jueves, 7 de abril de 2022

EL CUBREBOCAS

  Te ví en lo nocturno, caminante, papiltante, en esa calle donde me alcanzaste para llegar a la esquina, no sé si me esperabas tal vez yo te espere a ti. Te vi , te saludé, y nos miramos. En esa esquina acompañados de la noche y pensé: que bueno que te cuido. En el auto nuestra plática fluyo, reímos, y confiamos. Luego al cruzar la calle me hiciste sentir orgulloso, caminando junto a ti, bella y amable. Cenamos, charlamos, me ofreciste un cigarro con aroma de mora azul, te agradecí pero no fumo. Se nos fue el tiempo pronto. Ya hasta éramos amigos de las personas del lugar, y charlamos en la cocina. Te pedí un uber y al despedirte respiré tu perfume en tu abrazo, ese aroma es el que me gusta, el que huele a Rosas. "Gracias" me dijiste, y te fuiste. Cuando regrese a la mesa del restaurant, estaba tu cubrebocas, lo tomé y para mi sorpresa olía aún a ti. Te confieso que me gustaba su aroma, y lo guardé. Tu perfume se esfumó en 3 días, pero tu recuerdo lo tendré para siempre. Hace meses no se de ti. La próxima vez seré yo quien deje el cubrebocas en la mesa...

ALEXANDER DANIEL



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