AUNQUE ESTÉS LEJANA

Oh mi bella madre de augusta figura
de mirada tierna, de pelo sedeño
la de mano suave y cutis de nácar
la del alma limpia como arroyo claro.

Por mas que quisiera ponderar tu encanto
por mas que tratara de alabar tu rostro
sería mi palabra tan corta  y tan pobre
que no llegaría ni a besar tu planta.

Siempre en mi niñez fuiste la enfermera
que alivió mi fiebre y secó mi llanto
y tu voz vibrante de amor  y ternura
cantaba a mi oído canciones de cuna.

Pasaron los años y ya siendo adulta
fuiste confidente de mi amarga pena
y siempre tuviste la dulce palabra
y el sabio consejo que me dio la calma.

Oh mi bella madre, tu sigues viviendo
aunque estés lejana te siento muy cerca
te encuentro en las horas de mi cruel desvelo
vibras en las notas de mi alegre risa
porque soy tu hechura y llevo tu sangre
porque me heredaste tu alma de poeta!

IRMA BEATRIZ BERMEO DE ORTIZ