LUNA DE ESPEJOS IV

Otra vez sueño, entonces, con la luna

que se eleva detrás del minarete,

del templo embudo a Buda levantado,

de las torres católicas donde suenan campanas

cuyo sonido tañe las ideas

que son notas, que son tiempo deshecho

que ahora vuelve a nacer.

FERNANDO MARTÍNEZ SÁNCHEZ

LA VERDAD Y LA MENTIRA

Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.

─Buen día. Dijo la mentira.

─Buenos días. Contestó la verdad.

─Hermoso día. Dijo la mentira. 

Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era. 

─Hermoso día. Dijo entonces la verdad. 

─Aún más hermoso está el lago. Dijo la mentira. 

Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. 

Corrió la mentira hacia el agua y dijo... 

─El agua está aún más hermosa. Nademos. 

La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. 

Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas. 

Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue. 

La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. 

Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo. 

JEAN LEON GEROME

CANCIÓN AL NIÑO ENFERMO

Oh mi enfermo y dulce niño
que no tema el porvenir
pues tiene mi gran cariño
y feliz podrá reír.

Oh mi enfermo y dulce niño
como quisiera tener
una gran capa de armiño
con que poderlo envolver.

Regalos de jade y nácar
resplandecientes estrellas 
esencias de rosa y ámbar
para sus manitas bellas.

Bajarle una hermosa nube
tan blanca como su mente
para que ahí mi querube
se duerma serenamente.

Pero a mi niño he de darle
mis brazos como mantón
con mi calor demostrarle
que es mi preciosa ilusión.

Regalos serán mis ojos
mis manos...mi corazón..
y postrándome de hinojos
le cantaré mi canción.

Oh mi enfermo  y dulce niño
que no tema el porvenir
pues tiene mi gran cariño
y feliz podrá reír!

IRMA BEATRIZ BERMEO DE ORTIZ 

LUNA DE ESPEJOS III

Ha llegado la hora de las conjugaciones.
(al estallar la luz, engendra estrellas)
tantos verbos indican mansedumbre o condición de azoro.
Miramos al revés el alfabeto de la luna;
espejo que devora el pensamiento,
y debemos voltearnos de cabeza
a fin de deletrearnos,
sumergidos en océanos de azogue.
-todo es lo mismo- sobra el cachondeo.
El tiempo se ha encargado de astillarlo,
ahí donde advertimos que el ser se transparenta,
para volverse humo.

FERNANDO MARTÍNEZ SÁNCHEZ